Este 24 de marzo se cumplen 45 años del golpe cívico militar que inició en 1976 y en la escuela Plantamos Memoria.

 

Con los alumnos y alumnas de séptimo grado reflexionamos sobre este momento tan triste y reciente de nuestra historia. Cuando realizamos una lluvia de ideas sobre esta efeméride aparecen tres palabras centrales: "Memoria, Verdad y Justicia" y muchas otras nos recuerdan sobre los libros y canciones prohibidas, sobre las medidas de la Junta Militar eliminando los tres poderes de gobierno, sobre los toques de queda, los secuestros y desapariciones. 

Lo que cada alumno y alumna sabe de esta fecha se mezclan con relatos personales con tristes experiencias de familiares o vecinos; compartieron cada experiencia como bandera para no olvidar.

Nos cuesta tomar distancia y analizar lo que pasó en nuestra historia reciente. Si recordamos el "25 de mayo" se nos hace más fácil analizar las incidencias político económicas de cada forma de gobierno. Ya nadie duda que la forma de gobierno impuesta por la nobleza española no era soberana y no acompañaba los cambios que se daban en el mundo en esa época que demandaban "libertad, igualdad y fraternidad". Sin embargo, sobre la última dictadura cívico-militar aún quedan micro relatos en tensión con la historia oficial y las definiciones consensuadas por los organismos internacionales.

En el diccionario virtual definen Terrorismo de Estado: "consiste en la utilización de métodos ilegítimos por parte de un gobierno, los cuales están orientados a producir miedo o terror en la población civil para alcanzar sus objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían por sí mismos." Enseguida enuncia varios ejemplos, el de Argentina es uno de los primeros.

Con los alumnos y alumnas leímos una poesía de Eduardo Galeano donde nos hace reflexionar sobre todo lo que desapareció luego de los golpes cívico militar del 76. No solo los cuerpos, las historias personales de cada uno/una de esos 30.000 desaparecidos. El terrorismo de estado vino a imponer un modelo económico social que construyó una nueva sociedad, más individualista, más precarizada, con menos tiempo para compartir, con menos respeto por la naturaleza. Cada grado le leyó la poesía a adultos mayores que tengan recuerdos de cómo se vivía antes del golpe de estado. Varios y varias recuperaron el humanismo, la solidaridad entre vecinos, la confianza, el cuidado por la naturaleza, la importancia de los momentos sencillos compartidos, la seguridad laboral...

Cuando hacemos memoria, hacemos presente también esos valores que regían en la sociedad. Tantos que defendían ese mundo desaparecieron y tantos otros y otras se exiliaron. Quedamos nosotros y nosotras buscando sostener el humanismo cada día, reconstruyendo el tejido comunitario.